¿Qué es el informe ALPAC? El acontecimiento más conocido de la historia de la traducción automática es, sin duda, la publicación en noviembre de 1966 del informe del Automatic Language Processing Advisory Committee (Comité consultivo para el procesamiento avanzado del lenguaje, ALPAC por sus siglas en inglés).
La consecuencia del informe ALPAC fue poner punto y final a las importantes subvenciones que, durante unos veinte años, había recibido la investigación en traducción automática (TA) en Estados Unidos. Aunque esto responde a la pregunta inicial, quizá lo más significativo fue el mensaje sin ambages que se transmitió a la población y al resto de la comunidad científica: la TA era inútil. Todavía hoy, muchos hablan del «fracaso» de la TA como un hecho irrefutable. El impacto de ALPAC fue innegable. La primera mitad del informe abordaba las necesidades de traducción de los científicos y funcionarios gubernamentales estadounidenses, así como la oferta y la demanda general de traducciones de ruso a inglés. El informe ALPAC comenzaba cuestionando si, teniendo en cuenta el incontestable predominio del inglés como idioma de la literatura científica, no sería más sencillo y económico que los usuarios habituales de traducciones de ruso aprendieran a leer los documentos en su idioma original. Se podía lograr en unas 200 horas y cada vez más científicos e ingenieros americanos eran capaces de hacerlo. A continuación, determinaba que únicamente entre el 20 y el 30 % de artículos rusos de determinados ámbitos terminaban siendo publicados en revistas norteamericanas. Por tanto, no existía ningún tipo de urgencia en el campo de la traducción. Y había, sin embargo, varios problemas de traducción cruciales: principalmente la calidad, la velocidad y el coste. La calidad debía ser apropiada para las necesidades de los solicitantes, puesto que una traducción refinada y perfecta suponía una pérdida de tiempo y dinero si el destinatario tenía una capacidad lectora limitada. En cuanto a la velocidad, ALPAC observó que había mucho margen de mejora: el servicio más rápido, del Joint Publications Research Service (JPRS), tardaba 15 días para 50 páginas; los documentos que la Foreign Technology Division (FTD) de EE. UU. enviaba a contratistas externos tardaban un mínimo de 65 días y, al ser procesados por el sistema de TA de la FTD, tardaban 109 días (debido a los procesos de posedición y producción). En lo referente a los costes, ALPAC calculó cuánto pagaban las agencias gubernamentales a los traductores humanos, unas cantidades que oscilaban entre 9 $ y 66 $ por cada 1000 palabras. El cálculo de los costes se llevó a cabo sobre el coste por lector de las diferentes formas de traducción, incluyendo los resultados sin editar del sistema de la FTD. Estos costes incluían el gasto de tiempo de los lectores. Teniendo en cuenta que el lector medio tardaba el doble de tiempo en leer documentos de TA sin editar que traducciones humanas de calidad, el informe ALPAC concluía que, si más de 20 personas iban a leer los documentos, la traducción humana tradicional resultaba más barata que la TA. [caption id="attachment_3634" align="aligncenter" width="604"]